viernes, 5 de agosto de 2011

GLOTONERÍA MÍSTICA
A orillas de un río, verdoso y caudaloso, bañado por sus causes, un monje tibetano

habilidoso para tener buenas relaciones con la gente de ese lugar, se encontró con

un pescador que cocía en una marmita una sopa de pescados y se decían: --¿Cómo

hiciste esto? Dijo el monje.

Y el otro repuso: --¿Y cómo querías que lo haga?

El monje, sin decir palabra, se bebió la marmita de sopa hirviendo. Después que

terminó se empezó a poner colorado del calor que le provocó esa comida. El

pescador le reprochó su glotonería.

¡Ah, no! Que hice para tomar esta porquería no estoy más para bancarme otro

desprecio. El monje entró en el agua y orinó: Salieron los peces que había comido

y se fueron nadando.









Natalia Julieta Mandrile
Morteros, 05/08/2011

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